El patinaje surge en los tiempos en que el hombre para poder cruzar los lagos y arroyos congelados durante la época invernal, ataba a sus pies huesos y de ese modo se deslizaba a través de ellos. En el siglo XVII el patinaje sobre hielo comenzó como una especie de ballet sobre hielo, en la aristocracia de Holanda buscaban elegancia y perfección, así empezaron a sincronizar los pasos, saltos y otros movimientos.